BIENVENIDA

Muchos diran que en este blog no solo tienen discos de el genero GOTICO pues bién tienen razón, pero por que en mi pais casi no se escucha en comparación a otros ritmos el METAL aqui trato de dar a conocer un poco de diversos grupos, generos de metal para dar a conocer buevos grupos o poco conocidos. pidan sus discos a mi hi.5. ATT. DARIO VAMPIRO MORTEM















sábado, 19 de febrero de 2011

LA ECLOSIÓN DEL VAMPIRISMO



http://darioguatemalagoticos.blogspot.com/







Hantes que nada quiero dar gracias a mi colaboador y hermano de sombras NOSFERATU, por su valiosa colaboracion en este espacio de la cultura VamPiricA. Aqui uno de sus muchos aportes que publicare gracias bro por el tiempo invertido y espero su apoyo en otros temas, aqui mi agradecimiento y estos articulos van publicados especiamente para usted. Att. DaRiO VamPirO MorTeM.


La leyenda de los vampiros había ido desapareciendo de Europa, cuando en el siglo XVII el abad Dom Agustín Calmet, un erudito en arqueología y teología, a la vez que en los temas bíblicos publicó un librito titulado Vampiros de Hungría y los alrededores. Como se cuidó de incluir testimonios médicos sobre el desenterramiento de infinidad de cadáveres incorruptos en los países que formaban la región de Transilvania, creyó estar ante unos evidentes casos de vampiros:


Durante el presente siglo, un nuevo panorama se ofrece ante nuestros ojos en Hungría, Moravia, Silesia y Polonia. Es un fenómeno que viene produciéndose desde hace unos sesenta años. Cuentan las gentes, que han visto a muertos, que llevaban varios meses enterrados, volver, hablar, caminar e infestar pueblos enteros, maltratando a los hombres y animales, chupando la sangre de los inocentes, a los que enferman y, por último, los llevan a la muerte. De esta desgracia nadie se salva, porque es imposible evitar las visitas de tales enemigos. El remedio parece ser desenterrar a estos muertos, cortarles la cabeza, arrancarles el corazón o quemarles. Se confiere a estos resucitados el nombre de upiros o vampiros, que es como tacharlos de sanguijuelas. De ellos se describen tantas particularidades, todas ellas detalladas y revestidas de hechos tan evidentes, y de informaciones jurídicas, que uno debe creer a los habitantes de estos países cuando afirman que los resucitados salen de sus tumbas para causar tanto daño...

Ciertos sectores de la Iglesia, unidos a unos editores avispados, convirtieron la obra de Calmet en una "lectura obligada" dentro de toda Europa. Se diría que contaban con el antídoto para frenar el avance tan espectacular del protestantismo. Así resurgió el mito de los vampiros con una fuerza inusitada.


Voltaire llegó a escribir: "... No se oye hablar más que de vampiros entre 1730 y 1735; se les descubre en todas partes, se les tiende emboscadas, se les arranca el corazón, se les quema...". Pero el gran pensador francés llegó a más, al considerar que se estaban dando muerte a centenares de incautos, cuando los verdaderos "vampiros" eran los poderosos que "chupaban la sangre de los más débiles" o los "religiosos que abusan de la ignorancia del pueblo".

Actualmente se ha podido comprobar que ciertas capas arcillosas, lo mismo que otras clases de tierras, son capaces de mantener una temperatura cercana a los Oº C, con lo que impiden que se corrompan los cadáveres...¿Cuántos muertos han sido considerados, al ser desenterrados, santos... o vampiros por el simple hecho de que sus cuerpos se mantuvieran intactos?. Todo se basaba en que el cementerio se encontrara en una región católica o en otra pagana. Una realidad inquietante

Puede afirmarse que desde siempre la sangre ha sido unida a la juventud, lo mismo que a las enfermedades. Los médicos babilónicos podían ser considerados "sangradores", debido a que recurrían a las sangrías para curar a sus pacientes, al creer que provocaban una regeneración del cuerpo al expulsar el mal. Todo un error, debido a que sólo lograban el debilitamiento del enfermo.


Este recurso continuó siendo utilizado, en casi todo el mundo, hasta el siglo XVIII. Mientras tanto, la idea de que la sangre era sinónimo de juventud daba pie a algunos de los crímenes más espantosos de la Humanidad. Como los perpetrados por la condesa Elizabeth de Bathory, la cual sometió a infinidad de jóvenes vírgenes a unas torturas sexuales, para extraerles la sangre que luego ella misma bebía dentro de un festín diabólico. Como lo que estamos narrando sucedió a principios del siglo XVII en Transilvania, es posible que esta historia influyera en las leyendas sobre los vampiros recogidas por el abad Dom Agustín Calmet.

También podríamos mencionar a otros grandes "bebedores de sangre" que han quedado en la Historia como auténticos monstruos, como Gilles de Rais, que en el siglo XV se dedicó a matar niños para extraerles tan preciado líquido. Conviene citar los casos actuales, aunque mucho menos dramáticos, de enfermos mentales que creen necesitar el "alimento básico de la sangre", aunque en la mayoría de los casos se conformen con las de los animales.


Otro hecho clave es la importancia que la Iglesia concede a la sangre, ya que constituyen el centro mismo de la Misa, cuando el simple vino es convertido en sangre de Jesucristo en la consagración. Toda una ceremonia que algunos autores, como Bram Stoker, utilizaron para conferir una identidad inmortal y diabólica al vampiro: la contraposición de Dios, por eso se sirve de un cáliz para recoger su propia sangre, como Manuel Yáñez Solana nos muestra en un impresionante relato titulado "La sangre del vampiro".


Un vampiro real más reciente

El 2 de julio de 1931, en el patio de la prisión de Klingelpütz, en Colonia, era llevado al patíbulo Peter Küten, el cual ha quedado registrado en la historia de la criminología como El vampiro de Düsseldorf.

Los jueces le probaron nueve asesinatos, aunque quedó la sospecha de que cometió muchos más. Kürten actuó como un auténtico vampiro. Asesino maníaco-sexual, buscaba a sus víctimas entre los chicos y chicas, a los que llevaba a un bosque cercano a Düsseldorf. Allí les abría una herida en la garganta con unas tijeras y, después de chuparles la sangre, las remataba.


Como vemos Kürten fue un vampiro real. No era un "no-muerto" como Drácula, sino un ciudadano sin ataúd, que en lugar de abandonarlo para chupar la sangre de los vivos salía de su domicilio, situado en una calle de Düsseldorf, con el aspecto de un obrero normal y corriente. Para convertirse en un monstruo en el momento que se encontraba junto a sus jóvenes víctimas.

Y LOS VAMPIROS DE CIRCO, POR QUE SON UNA PAYASADA OFESIVA A LA CULTURA











1 comentario:

Anónimo dijo...

Quisiera hacerte unas preguntas para Prensa Libre. Mándame un correo a rvillalobospl@gmail.com
Muchas gracias.